Por Aldo Bresani
Un
gerente de logística debe ser consciente de la importancia de varios aspectos
fundamentales. En esta oportunidad me centraré en dos: liderar la comprensión
integral de la cadena de suministro en la organización y el manejo de la
empresa por procesos y proyectos.
Lamentablemente muchos gerentes de
logística y sus equipos de trabajo solamente están abocados a comprar e incluso
compran mal, porque no conocen. Por ejemplo, quieren adquirir repuestos para
maquinaria pesada en minería pero ni conocen la maquinaria. Encuentran a los
proveedores con diversos códigos cada uno, operaciones pide el producto con
otro código y muchas veces son solo tramitadores que evalúan el menor precio.
Como he señalado en un artículo anterior, la cadena de suministro es
mucho más que compras, logística y operaciones. Abarca desde el control de las
materias primas, desde los proveedores de los proveedores hasta el cliente
final. Esto es fundamental. Podemos sintetizar la cadena de suministro en
cuatro conceptos: flujo de materiales, flujo de información, flujo de dinero y
nivel de servicio al cliente externo e interno.
La tarea del gerente de logística es
conocer y hacer conocer la cadena de suministro de la organización, y que su
equipo de trabajo vea integralmente el tema. Aquí no hay secretos profesionales
que guardar: el gerente debe liderar ese conocimiento y compartirlo desde el
pronóstico de ventas hasta la entrega y satisfacción del cliente.
Romper el paradigma de la organización vertical
Otro gran error que cometen muchas empresas
es organizarse funcionalmente: tienen gerencias de logística, de
administración, de recursos humanos, de ventas, de finanzas, etc. Para
enfrentar un mundo que funciona por procesos que son totalmente horizontales,
nos organizamos verticalmente. Entonces hay un divorcio total.
En la vida real no hay administración, no hay
finanzas, no hay logística; en la vida real hay procesos horizontales
multifuncionales y "multijerárquicos". Se debe entender cómo
funcionan los procesos al interior de la organización, no encerrarse en sus
funciones específicas. Debe comprenderse que la realidad es horizontal y no
vertical.
Por ejemplo: un cliente de la empresa no es
de logística, ni de finanzas ni de ninguna otra área específica. Un cliente es
multifuncional. De pronto hay una falla en el producto y el área responsable
puede ser el operaciones, pero también está marketing para que pueda hacer el
servicio posventa. O está administración para que proceda a realizar el cambio
y los descuentos.
Esto nos lleva a lo siguiente: la venta a un
cliente es un proceso múltiple operativamente; no es exclusividad de la
gerencia de ventas ni de la gerencia de producción ni de marketing. Entran
todos y eso es un proceso.
Lamentablemente
hay quienes no lo entienden así y muchas veces no lo quieren entender por una
cuestión de pérdida de poder. El organizarse verticalmente es una falla
estructural que ocurre adrede porque todos los altos ejecutivos quieren
mantener sus parcelas de poder. Cada gerente funcional quiere mantener su feudo
y no está dispuesto a compartir nada de lo que le "pertenece".
En consecuencia, el actual gerente general o
quien aspire a serlo debe estar preparado para este cambio de paradigma que
obligatoriamente debe operar en las empresas que quieren modernizarse.
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